Alumnado con Trastornos Graves de Conducta Negativista Desafiante
Alumnados con conductas del tipo negativista desafiante, el profesorado debe considerar:
- El docente debe establecer un clima positivo de aprendizaje en el aula.
- Elogiar verbalmente o con gestos, todos aquellos comportamientos, trabajos, tareas, colaboraciones, que sean positivas. Es más efectivo si se emplea delante de toda la clase.
- El docente hablará con cordialidad, escuchará con empatía, demostrar afectividad, mostrar interés y preocupación por los asuntos del alumnado.
- No dejar de actuar con firmeza, cuando sea requerido. Prestar atención al comportamiento inadecuado, siempre que éste no sea demasiado perturbador o peligroso para la integridad física del escolar y del resto de personas.
- Ante un desafío o negativa con cierto grado de agresividad, se debe, garantizar la seguridad del alumno, a la vez que mostrar tranquilidad y firmeza.
- No responder ante la conducta desafiante y esperar a que disminuya o remita, evitando alzarle la voz y manifestándole que se le prestará atención cuando se muestre sereno y tranquilo o cuando realice de forma adecuada lo solicitado por el docente.
- En casos de conductas desafiantes, agresiones, peleas, etc., se podrá utilizar la estrategias del "tiempo fuera" con el asesoramiento del orientador o la orientadora del centro y el conocimiento del alumno, siempre bajo la vigilancia de un docente.
- El docente al tratar de modificar un comportamiento inadecuado conviene que se refiere a las conductas inadecuadas y no al escolar.
- Evitar los términos absolutos y calificadores hacia el alumnado, en su lugar, utilizar frases en las que se dé una oportunidad a la conducta adecuada.
- El docente debe entrenarse en estrategias cognitivas conductuales, y cuente con la colaboración del orientador del centro, de forma que, en el futuro pueda autorregular su comportamiento, sin necesidad presencia de una persona adulta, que aplique la administración de refuerzos o retirada de privilegios. La auto-instrucciones implican enseñar al alumnado a hablar a sí mismo en voz alta, darse instrucciones sobre lo que debe hacer y recompensarse verbalmente por su buena ejecución.
- Es necesario una planificación del equipo docente y la familia, un plan de control de la conducta.
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